…en el seminario de Cuenca puedes encontrar un tratado de esgrima?
Y un tratado de danza, y un manual para aprender a tocar la vihuela… ¿a que no es lo que te esperabas encontrar en un seminario?
Tiene su explicación: la Iglesia asumió la educación de la sociedad, incluida la de los nobles. Cuando un caballero, noble o hidalgo alcanzaba la edad adulta, se le exigía una formación que le permitiera desempeñar correctamente las tareas que tenía asignadas desde su nacimiento, ¡y no eran pocas! Como era de esperar, se le instruía en el manejo de las armas y el conocimiento de la equitación, la caza y la historia de la guerra. Pero su educación no terminaba ahí: también era formado para otras necesidades más mundanas y sociales como la música, la danza, la poesía, la retórica, la filosofía, el derecho, la historia, la teología… ¡hasta hacía sus pinitos en latín, griego o árabe! Por eso encontramos en las bibliotecas de catedrales y seminarios textos así de curiosos ¡que versan sobre todas estas materias!