…este poema se atribuye a Jorge Manrique?
En esta época, se da una de esas contradicciones a las que nos acostumbra la historia: uno de los más brillantes momentos de la expresión del intelecto humano se produce a partir de este momento de tremendo caos y mortandad. Sí, pese a la imagen fértil y amable que tenemos del Renacimiento, su gran antecesora e inspiradora fue la muerte, que hizo tomar conciencia de la frugalidad de la vida y la necesidad de vivir el momento presente —el famoso carpe diem—.
En Belmonte se cuenta que este poema lo hallaron en el seno de Jorge Manrique cuando estaba herido de muerte, durante el sitio a las murallas de Belmonte. Manrique era capitán de la Santa Hermandad, y el sitio se produjo porque la localidad era en aquel momento capital del marquesado de Villena, enfrentado a los Reyes Católicos. Se trataría, por tanto, de la última obra del célebre escritor.
Oh, mundo! Pues que nos matas,
2 fuera la vida que diste
toda vida;
mas según acá nos tratas,
5 lo mejor y menos triste
es la partida
de tu vida, tan cubierta
de tristezas y dolores,
despoblada;
10 de los bienes tan desierta,
de placeres y dulzores
despojada.
Es tu comienzo lloroso,
tu salida siempre amarga
15 y nunca buena,
lo de en medio trabajoso,
y a quien das vida más larga
18 le das pena.
Así los bienes muriendo
20 y con sudor se procuran
y los das;
los males vienen corriendo;
después de venidos, duran
mucho más.