…Viriato, el azote de los romanos, se enamoró de su amada en Segóbriga?
Cuando Viriato llegó a Segóbriga, se enamoró de una bella mujer conquense. Iba a visitarla con frecuencia, acompañado de un grupo de hombres de su confianza, a sabiendas de que los romanos querían darle muerte a cualquier precio.
Ella y Cuenca fueron los dos grandes amores de su vida. En un paseo por la Ciudad Encantada, Viriato le pidió a su amada que, si moría en acto de guerra, quería que le incinerasen junto al Tormo Alto, que era, posiblemente, el lugar que más le fascinaba de toda la región.